Existe una serie de medicamentos, de diverso tipo, que al ser de uso libre y por sus aplicaciones para dolencias muy comunes, es especialmente frecuente encontrar en los botiquines de cada hogar. Y aunque normalmente se trata de fármacos muy seguros, es importante ser cautos con el modo en el que los utilizamos porque la baja sensación de riesgo que nos provocan puede llevar a que olvidemos que también pueden tener efectos secundarios.

Así, por ejemplo, la Asociación Española de Medicamentos y Productos sanitarios (AEMPS) acaba de añadir un efecto secundario a los reconocidos en el prospecto del metamizol, un conocido analgésico, antipirético y espasmolítico (comercializado, entre otros, con el nombre de Nolotil).

Reacción medicamentosa

Concretamente, el efecto secundario en cuestión es una reacción medicamentosa con eosinofilia y síntomas sistémicos (DRESS). Se trata de una reacción severa y rara, consistente en una erupción cutánea generalizada que se presenta con fiebre y aumento de los niveles séricos de eosinófilos y los linfocitos (eosinofilia y linfocitosis).

Incluso, cuando se produce este fenómeno el paciente puede experimentar problemas neurológicos que afectan tanto al cerebro como a los nervios, problemas gastrointestinales, hematológicos, hepáticos, renales, pulmonares, cardíacos y hormonales.

Otros síntomas que pueden aparecer son dificultad para tragar (disfagia), ausencia de células inmunes para combatir infecciones (agranulocitosis) y ascitis quilosa.

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