Con la llegada del calor y del verano, aumenta la exposición de nuestra piel a la luz solar, en muchos casos intencionadamente para lograr un tono bronceado. Pero, si no tenemos cuidado, el astro rey puede ser uno de los mayores enemigos para nuestra envoltura más externa, así que es importante extremar las precauciones.
Tal y como expresa a 20minutos el farmacéutico y director de la firma cosmética Paquita Ors, Jerónimo Ors, «Uno de los productos más importantes para mantener la salud y la belleza de la piel son las leches y cremas solares».
Diferencia entre un filtro y una crema solar
«El sol nos envía balas de energía«, prosigue el experto. «Balas que atraviesan nuestra piel, que la agreden, que la envejecen y que pueden producir cáncer de piel». De hecho, la exposición a la radiación ultravioleta procedente del sol es el principal factor de riesgo para desarrollar cáncer de piel.
Como es lógico, resulta vital protegernos en la medida de lo posible de esta radiación para evitar problemas graves más adelante. «Para prevenir esas balas de energía, tenemos que usar un chaleco antibalas, y eso es un filtro solar», apunta Ors.
«Los filtros solares, al aplicarlos sobre la piel, absorben la energía e impiden que nos quememos y que la piel se envejezca.