La desertificación, la pérdida de suelo, la deforestación y otros fenómenos medioambientales sufridos en África occidental y provocados en gran parte por la emisión de gases invernaderos para el bienestar del norte han acuciado la situación de violencia, migraciones e inseguridad alimentaria en esta zona que comprende 15 países. En el Sahel, una de las más graves consecuencias es que se reduce la vegetación, esto provoca que a los pastores nómadas les cueste más encontrar forraje para su ganado, y cruzan países para llevar a los animales donde trabajan los agricultores, que ven afectada su producción. Así, a los choques vinculados a las etnias, la debilidad de los estados, la pobreza o el yihadismo se suman los efectos del cambio climático en la región. Estos hechos, junto a la ausencia de agua potable y el desempleo juvenil, han empujado a que la organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) haya abierto una sede subregional para el África del Oeste en Dakar, inaugurada este jueves. “Tenemos objetivos precisos. Esta región no tiene los mismos problemas que otras, por eso se comenzó con un programa especial en el Sahel. Nos enfrentamos a la reducción de la producción alimentaria y hace falta desarrollarla de forma sostenible, no degradando el medio ambiente”, ha declarado en el acto Robert Guei, coordinador de la nueva oficina.

El escenario se presenta complejo. La FAO estima que 29,2 millones de personas padecen inseguridad alimentaria en el Sahel y registra crecientes necesidades humanitarias por la pobreza crónica, el crecimiento de la población, la inseguridad y los peligros climáticos como sequías o inundaciones. “El Sahel continuará viéndose afectado por conflictos, inseguridad alimentaria, malnutrición, desplazamiento de la población, desastres naturales y epidemias. A no ser que abordemos las causas profundas de estas crisis, millones de personas seguirán necesitando cada año ayuda urgente”, ha declarado el director general de la FAO, José Graziano Da Silva, durante la inauguración del nuevo edificio en Dakar, desde el que se coordinarán las acciones. En el evento se ha aprobado como una de las primeras medidas a desarrollar en la oficina un proyecto de nueve millones de euros junto a la Unión Europea para Reforzar la resiliencia de las poblaciones pastorales y agropastorales transfronterizas en zonas prioritarias del Sahel,

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