La búsqueda de alternativas reutilizables en todos los ámbitos de nuestro día a día ha llegado también a la higiene menstrual femenina, donde, además de esta conciencia medioambiental, los factores de salud han promovido la implantación de otros métodos igual de efectivos, pero más respetuosos. Hasta ahora los tampones y las compresas parecían la única opción, unos productos que tienen una gran cantidad de microplásticos, uno de los materiales más contaminantes y menos beneficiosos para nuestro organismo. Por suerte, cada vez son más las que se suman a otras opciones que hacen más sostenible la menstruación.
Así, y con una gran variedad de alternativas, toca investigarlas para dar con la más adecuada para nosotras, la que se adapte a nuestro estilo de vida y la que nos resulte más cómoda. Las compresas menstruales de tela son una buena opción para iniciarse en el mundo de los productos reutilizables, puesto que son similares a sus homólogas de plástico. El siguiente paso una vez hemos probado este método podría ser optar por las bragas menstruales que con buenos cuidados pueden durar hasta dos años e incluso podemos llegar a apostar por el free bleeding, un método que no emplea ningún método de recogida de sangre menstrual.
Pero si hay una alternativa que está ganando cada vez más adeptas esta es la copa menstrual y su experiencia está ayudando a desterrar los mitos que surgieron tras su lanzamiento al mercado.