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  • El ADN de este tumor permite reconstruir la historia de uno de los pocos ejemplos de cáncer transmisible.

Perros callejeros

El ‘tumor venéreo transmisible canino’ es uno de los pocos casos de cáncer que de hecho son transmisibles de individuo a individuo. Afecta a los perros, y se contagia cuando las células vivas del tumor se transmiten de un animal a otro, algo que ocurre cuando algunas se desprenden del animal afectado inicialmente (por ejemplo, durante la cópula) y se implantan en el nuevo huésped, especialmente en heridas en las mucosas. La enfermedad generalmente se manifiesta como tumores genitales en perros domésticos machos y hembras.

Por si estas particularidades no fueran suficiente, hay algo más que hace especial a este tumor, y es su historia. En origen, apareció en un único perro, pero sobrevivió a la muerte del mismo gracias a la peculiaridad de ser transmisible; es por ello que su contenido genético no es el del perro huésped, sino el del perro original (alterado, eso sí, por las diversas mutaciones que ha ido sufriendo a lo largo de los milenios).

En la actualidad, puede encontrarse en poblaciones a lo largo de todo el mundo y constituye el linaje de cáncer más antiguo y prolífico conocido.

Investigando la historia del tumor

Un equipo internacional de investigadores, dirigido por científicos del Grupo de Cáncer Transmisible de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), ha comparado las diferencias en los tumores tomados de 546 perros en todo el mundo para tratar de comprender cómo surgió la enfermedad y cómo se extendió por todo el mundo.

«Este tumor se ha extendido a casi todos los continentes, evolucionando a medida que se propaga -dice Adrián Baez-Ortega, estudiante de doctorado en el Grupo de Cáncer Transmisible, parte del Departamento de Medicina Veterinaria de Cambridge-. Los cambios en su ADN cuentan una historia de dónde ha estado y cuándo, casi como un diario de viaje histórico».

Utilizando los datos, crearon un árbol filogenético, un tipo de árbol genealógico de las diferentes mutaciones en los tumores. Esto les permitió estimar que el cáncer surgió por primera vez entre 4.000 y 8.500 años atrás, muy probablemente en Asia o Europa. Todos los tumores modernos se remontan a un antepasado común de hace unos 1.900 años.

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