La presión social por lograr un aspecto físico conforme a los cánones de belleza lleva a veces a prácticas destinadas a modificar el propio organismo que pueden incluso comprometer la salud.

Por ejemplo, existe al menos un caso clínico reportado de ingesta intencionada de huevos de Taenia saginata, un gusano parásito que alcanza enormes tamaños, con el fin de provocar una pérdida de peso.

Cabe apuntar, no obstante, que hasta ahora este reporte de caso parece una de las únicas evidencias sólidas de esta técnica para adelgazar, por lo que no se puede hablar de ‘moda’ o considerarse que esté de alguna manera extendido.

Quistes en el cerebro y otros órganos

Las tenias son una serie de parásitos que suelen contraerse por la ingesta accidental de huevos en carne o agua contaminadas. Estos huevos son muy pequeños, pero a medida que el animal alcanza la adultez, se vuelve muy largo: una especie llega incluso a alcanzar los 10 metros. Se aloja en el intestino del huésped, y absorbe parte de los nutrientes que éste ingiere.

Además de los riesgos del propio parasitismo, que puede incluso provocar complicaciones como malnutrición, uno de los principales peligros de la infección por tenias es la diseminación de huevos a través del sistema circulatorio a otras partes del organismo,

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