A Pablo Iglesias le faltó tiempo para apuntarse el tanto del rápido cambio de criterio del Gobierno sobre los paseos en la calle de los niños a partir del domingo. El vicepresidente segundo escribió en Twitter mientras el ministro de Sanidad hacía pública la rectificación: «Nos congratulamos de que se adopten las recomendaciones que ha venido planteando nuestra Dirección General de la Infancia». «Es de sentido común», apostilló.
Salvador Illa eludió decir que se trataba de una rectificación y solo señaló que el cambio de opinión obedecía a que «este Gobierno escucha» y trabaja «con la sociedad». El comunicado de Iglesias es «lamentable», afirmó desde el anonimato un portavoz gubernamental bastante menos diplomático.
La reivindicación del vicepresidente segundo de la paternidad de la rectificación es llamativa porque estuvo presente en el Consejo de Ministros que apenas unas horas antes había aprobado las condiciones de mínimo desconfinamiento de los menores de 14 años, y las decisiones del gabinete ministerial son colegiadas.
El incidente de los menores pone de manifiesto una vez más que la maquinaria del Gobierno de coalición, que este lunes cumplió cien días, no está engrasada y que los choques entre los ministros de Unidas Podemos con los del PSOE son más encendidos desde que comenzó la crisis del coronavirus. Ocurrió con las medidas de alivio de los alquileres, con los ERTE, pero el enfrentamiento resurgió con toda la fuerza con el debate del ingreso mínimo vital. Iglesias planteó hace dos semanas su inmediata puesta en marcha y se enfrentó con el ministro José Luis Escrivá, partidario de meditar más su aprobación y que dijo que se había enterado por la prensa de las intenciones del vicepresidente segundo. Medió Pedro Sánchez para que la pugna no fuera a más, y el ingreso mínimo entrará en vigor en mayo.
Pero las espadas quedaron en alto y hoy volvieron a bajar con los paseos de los niños.