La ciencia y la tecnología avanzan a tal velocidad que resulta tan extraordinario como casi inverosímil que un método inventado hace 135 años todavía sea un pilar fundamental de la microbiología de diagnóstico actual. La famosa técnica es la que ideó el científico danés Hans Christian Gram en 1884, y aunque él mismo la calificó como “imperfecta”, sirvió para distinguir al microscopio entre dos clases de bacterias y continúa siendo un procedimiento estándar en la microbiología médica.

Gram, un hombre tan metódico como modesto, se interesó por la Medicina después de estudiar Botánica. El estudio de las plantas le acercó a la Farmacología y se familiarizó con el uso del microscopio. La publicación de Paul Ehrlich, en 1882, de su método para colorear el bacilo de la tuberculosis supuso un aliciente para que Gram comenzara sus experimentos con la coloración de las bacterias y se especializara en ellos, pasando a la posteridad como el inventor de la tinción que lleva su apellido.

Hans Christian Joachim Gram nació en Copenhague el 13 de septiembre de 1853. De su infancia tan solo se sabe que era hijo de un abogado y profesor de Derecho, lo que no influyó en su elección vocacional, ya que se decantó con claridad por las Ciencias. En 1871 Gram comenzó a estudiar Botánica en la Universidad de Copenhague, y dos años más tarde se convirtió en el asistente del zoólogo Japetus Steenstrup.

Su conocimiento de las plantas le permitió acercarse a los fundamentos de la Farmacología y del uso del microscopio. Sin embargo, pronto desarrolló su interés por la Medicina e ingresó en la Escuela de Medicina en 1878, en la que se graduó cinco años después y donde defendió su tesis doctoral sobre el tamaño de los eritrocitos humanos, el tipo más común de células sanguíneas y el principal medio del organismo vertebrado para suministrar oxígeno a los tejidos del cuerpo.

Convertido en doctor, Gram se dedicó a viajar por Europa para perfeccionar sus conocimientos de Farmacología y Bacteriología.

 » Más información en elpais.es