Pagos exclusivamente en efectivo, sociedades que declaran pérdidas pese a que el negocio vaya viento en popa… La Agencia Tributaria ha puesto la lupa en los centros estéticos, y este jueves ha anunciado el inicio de una macrooperación contra el fraude fiscal en el sector de la cirugía estética y la dermatología en 15 comunidades autónomas. La actuación, denominada Nassus, implica el inicio de inspecciones a 90 sociedades y 70 personas físicas, principalmente médicos especialistas, pero también personas de su entorno personal y familiar, informa Hacienda en una nota difundida este jueves.

El dispositivo, que seguirá en los próximos meses, ha iniciado este jueves mediante la personación de inspectores tributarios en 92 clínicas, a raíz de un análisis pormenorizado de los resultados de una serie de comprobaciones realizadas en los últimos años a sociedades y profesionales del sector de la cirugía estética y la dermatología. La operación Nassus afecta a los locales de distintas comunidades: Andalucía (12), Aragón (4), Asturias (2), Baleares (3), Canarias (6), Cantabria (1), Castilla-La Mancha (4), Castilla y León (3), Cataluña (16), Extremadura (1), Galicia (10), Madrid (11), Murcia (3), La Rioja (1) y Comunidad Valenciana (15).

El sector estético goza de buena salud. La Agencia Tributaria destaca que España es el cuarto país de Europa con más intervenciones de estética, y el número 12 del mundo, con cerca de 400.000 operaciones al año. Estos datos contrastan sin embargo con el análisis realizada por los inspectores fiscales, que se encontraron con un «importante volumen de ocultación de la actividad económica real en las sociedades y especialistas inspeccionados». En particular, Hacienda señala que muchos de los centros inspeccionados usaban efectivo como principal medio de pago y que en algunos casos ni siquiera estaba admitido el pago con tarjeta.

Centros inspeccionados

La Agencia Tributaria seleccionó las sociedades y personas físicas objeto de inspección en función de una serie de ratios económicas. Entre ellas, el hecho de que algunas empresas declarasen pérdidas en los últimos años pese a que sus socios y administradores mostrasen «claros signos externos de poder adquisitivo,

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