Nuestro cuerpo segrega mucosidad por distintas zonas, que en conjunto denominamos mucosas. Puede resultar molesto o desagradable, pero es un proceso bastante importante: su función es proteger algunas áreas del cuerpo especialmente sensibles frente a la irritación mecánica o el ingreso de gérmenes o partículas dañinas.

La mucosidad que se genera en las vías respiratorias del tracto inferior y los pulmones es la que denominamos flema. Cuando se dan ciertos procesos patológicos que afectan a esta zona del organismo, puede suceder que expulsemos un exceso de esta mucosidad por la boca: y en estas ocasiones, como recoge el portal especializado Medical News Today, su color puede darnos pistas sobre lo que está sucediendo.

Transparente

La mucosidad, en condiciones normales, es transparente. Sus principales componentes son agua, sales, anticuerpos y varias células y partículas inmunes, y son estos constituyentes los que le otorgan su color y consistencia.

Sin embargo, lo habitual es que en el caso de la flema la mayor parte se deslice por la garganta y acabe por ingerirse. La expulsión de flema transparente por la boca suele indicar algún tipo de irritación de las vías (por ejemplo, por partículas irritantes o alérgenos en suspensión en el ambiente) o el comienzo de un proceso infeccioso.

Blanco

La mucosidad blanca aparece cuando tenemos congestión nasal,

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