La espalda es el eje de nuestro cuerpo y es importante prestarle especial atención, sobre todo en verano. Para cuidarla como es necesario, tenemos que hacerlo en diferentes aspectos.
1) No engordar para no sobrecargarla
Por un lado, debemos tener cuidado con nuestra alimentación, para que sea lo más sana posible y no engordar (o incluso adelgazar si lo precisamos) para no sobrecargarla.
2) Evitar los cambios bruscos de temperatura
Evitar los cambios bruscos de temperatura como sucede cuando pasamos del calor del verano al aire acondicionado. El aire frío sobre la espalda podría provocar contractura de la musculatura paravertebral, en especial en las cervicales que suelen ser las más expuestas. Para evitarlo es conveniente mantener el aire acondicionado a unos 22 grados aproximadamente de manera estable.
3) Nadar sí, pero con cuidado en piscinas y el mar
Además, debemos tener cuidado cuando nos bañemos en piscinas, embalses y mar para no tener lesiones: no nadar si estamos solos, tener en cuenta la profundidad antes de zambullirnos y considerar los bordillos y rocas que pueda haber alrededor para evitar hacernos daño.
Es verdad que nadar puede ser conveniente para nuestra espalda, ya que la columna no va cargando peso por flotar en el agua, pero hay que hacer caso a lo que nuestro propio cuerpo nos aconseja,