Según la ONU, el desplazamiento a gran escala causado por el conflicto sirio ha llevado a un aumento alarmante de casos de matrimonio infantil en los campos de refugiados sirios. La pobreza, la inseguridad y la creencia de que tal vez, sus hijas tendrán una vida mejor en otro lugar, puede llevar a algunas familias de refugiados a casar a sus hijos.

Pero, ¿y si hubiera otra causa con la que relacionar el incremento de matrimonios infantiles?  Hablamos de las redes sociales.

Protegiéndose con una manta, en el piso de un centro de refugio para mujeres en uno de los campos de refugiados de Irak, se encuentra Aya, de 17 años, que huyó de Siria a pie cuando tenía solo diez años.

«La vida de casada ha sido difícil», dice Aya. «Cuando tenía 15 años, no quería casarme, pero mis padres me obligaron. Me dijeron que era ya mayor y que tenía que casarme, que no tenían otra opción para mí. Tuve que dejar la escuela». «Desde el principio, mi esposo venía a casa y me forzaba, me pegaba y me pegaba. Él tenía 23 años cuando nos casamos».

Fátima, la trabajadora social que atiende a Aya, dice que en el centro de mujeres donde Aya busca refugio hay dos archivos sobre ella: uno del abuso infligido por su padre antes del matrimonio y otro del abuso infligido por su esposo.

Aya agarra con fuerza la mano de su trabajadora social.Aya agarra con fuerza la mano de su trabajadora social. Daniel Wheeler World Vision

Las grandes brechas de edad conyugal, los desequilibrios culturales de poder de género y el aislamiento social hacen que las niñas que se casan antes de los 18 años tengan un riesgo mucho mayor de ser víctimas de violencia doméstica que las que se casan a una edad más avanzada.

Fátima, que trabaja para una ONG iraquí en uno de los diez campamentos de refugiados sirios de Irak, cree que las redes sociales pueden ser un factor pasado por alto detrás del matrimonio infantil en el campamento.

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