20MINUTOS.ES
- Las águilas perdiceras se ven obligadas a recorrer mayores distancias para obtener alimento.
Los conflictos entre seres humanos y la fauna silvestre son cada vez objeto de mayor preocupación en la biología de la conservación. Un nuevo estudio sobre águilas perdiceras alerta de las graves consecuencias que la actividad recreativa en parques naturales tiene sobre esta especie amenazada.
Con el objetivo de evaluar este tipo de inconvenientes, los investigadores Vicente Urios, del Grupo de Investigación Zoología de Vertebrados de la Universidad de Alicante, y Pascual López y Arturo M. Perona, de la Institut Cavanilles de la Universitat de València, han estudiado los cambios de comportamiento de 30 águilas perdiceras seguidas en parques naturales de las provincias de Valencia y Castellón con una mayor presencia humana en sus territorios, según informa la agencia SINC.
El águila perdicera es una especie muy amenazada en Europa, y con una alta mortalidad de individuos debido principalmente a electrocuciones, envenenamientos y disparos.
Los científicos recibieron datos de telemetría por GPS de las águilas, equipadas con transmisores vía satélite de última generación, una tecnología novedosa que permite conocer la posición de las águilas perdiceras cada cinco minutos con una gran precisión. Con esta técnica se ha podido comprobar que, durante los fines de semana, cuando la presencia humana en sus territorios es mayor, los animales se ven obligados a cubrir mayores distancias para encontrar alimento.
Los investigadores de las universidades instan a los gobiernos a tomar medidas de conservación que reduzcan la presión humana sobre la fauna salvaje.