Ángel Hernández, este jueves en Madrid, tras quedar en libertad después de ser detenido este miércoles por haber ayudado a morir a su esposa. En vídeo, reacciones de los políticos al caso de María José Carrasco. CARLOS ROSILLO / ATLAS

Hay que empezar de cero cuando ya había mucho trabajo adelantado. El mazazo emocional que ha supuesto la muerte de María José Carrasco, cuyo marido, Ángel Hernández, le prestó sus manos para que dejara de sufrir, ha redoblado el afán de los partidos partidarios de regular la eutanasia; ha sumido en la discreción a los que no lo están; y ha hecho que quienes han impedido que la ley estuviera en vigor, a fuerza de dilaciones del procedimiento parlamentario, trasluzcan pesar y mala conciencia. Los dirigentes políticos han reparado en que la eutanasia es transversal, no tiene ideología, y que se han puesto en contra de una mayoría social que no entiende por qué Ángel Hernández ha pasado la noche en el calabozo y se le ha abierto una causa judicial. No puede ser de otra manera, porque su acción implica la comisión de un delito recogido en el Código Penal.

Cuando en la calle y en las redes sociales se opina a favor de una ley de eutanasia, cabal, controlada y garantista, cabe informar de que España podía tener ya en vigor esa norma que hubiera evitado al esposo de María José Carrasco tenérselas que ver con la justicia. Sí, desde octubre la ley está bloqueada. Una mayoría parlamentaria aprobó el pasado mes de junio, hace 10 meses, la proposición de ley del PSOE para regularla. En esa mayoría estaba Ciudadanos, además de Unidos Podemos y los grupos nacionalistas. A partir de ahí todo fueron dilaciones.

Un espejismo se produjo cuando en el mes de octubre el PP, con su mayoría junto a Ciudadanos en la Mesa del Congreso, la activó. Pero no fue para que empezara su tramitación, sino para presentar en su contra una enmienda a la totalidad. Esa sesión se utilizó para manifestar la posición en contra de la eutanasia e introducir la confusión al enfrentar el suicidio asistido con los cuidados paliativos en los enfermos terminales.

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