EFE
- El proyecto incluye candidatas receptoras que quieren ser madres y donantes, todas ellas del entorno familia.
- La intervención genera también “cuestionamientos éticos” y debate sobre si se debe cubrir por la sanidad pública.
- “Se va a poner encima de la mesa y tendremos que tomar una posición”, dice la ONT.
- A FONDO: El ginecólogo César Díaz: “El trasplante de útero beneficiaría a una de 4.000 mujeres en España”.
La directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Beatriz Domínguez-Gil, ha adelantado este miércoles que “extraoficialmente” le han comunicado que “pronto” un equipo médico va a presentar a esta entidad una petición de realización de trasplante de útero que se tendrá que estudiar. Así lo ha manifestado durante su intervención en el ‘Foro Salud’, en el que ha sido presentada por su antecesor en el cargo, Rafael Matesanz.
En declaraciones posteriores a los periodistas, Domínguez-Gil ha explicado que en los últimos años varios equipos han expresado su deseo de llevar a cabo un trasplante de útero y, en concreto, uno de ellos ya cuenta con un proyecto para poner en marcha la intervención.
Ya hay varias candidatas
El proyecto incluye varias candidatas receptoras, que quieren ser madres, y donantes, todas ellas del entorno familiar (madres o hermanas), y la petición formal se podría realizar este mismo año.
“Tendremos que ver el proyecto, analizarlo y valorarlo en la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial de Salud”, dice Domínguez-Gil, quien ha precisado que el trasplante de útero genera dudas porque se somete a la donante a una cirugía mayor que entraña un riesgo.
También para la receptora es un riesgo y el futuro embrión se gesta en un entorno que podría influir en su desarrollo, aunque “ya existe una gran experiencia de pacientes trasplantadas que han sido madres”.
No obstante, ha advertido de que este tipo de trasplantes genera “un cúmulo de riesgos que no sabemos si son proporcionados para el fin que persigue, que es el de hacer posible la maternidad”, a la vez que, según ha admitido, genera también “cuestionamientos éticos” y sobre si se debe cubrir por la sanidad pública. “Llegado el caso, que estoy segura de que va a llegar y pronto, todo esto se va a poner encima de la mesa y tendremos que tomar una posición”,