También denominada disfemia, la tartamudez es un trastorno del habla que afecta a la fluidez y la continuidad normal de esta. Las personas que la padecen saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades para hacerlo y a menudo hablan con interrupciones o ‘disritmias’.La mayoría de las personas producen disritmias alguna vez al estar nerviosas, hablar en público, etc. el problema es cuando estas disritmias se producen muy a menudo y dificultan la comunicación con los demás. Según datos de la Fundación Española de la Tartamudez, en nuestro país tartamudean de forma habitual alrededor del 2% de adultos y 5% de los niños tartamudean, unas 800.000 personas. Unos 72 millones en todo el mundo.Al contrario de lo que se ha pensado durante años, el tartamudeo en la mayoría de los casos no es un trastorno psicológico ni es fruto de ningún trauma, sino un que se presenta durante la infancia debido a un problema en el desarrollo del lenguaje, mientras se desarrollan las habilidades del habla y del lenguaje. Algunos científicos creen que se produce cuando las habilidades del habla y del lenguaje de los niños no alcanzan a cubrir las demandas verbales del niño. No se conocen exactamente las causas, pues se cree que son varios los factores que influyen en su aparición.Si en la familia hay alguna persona que padece tartamudeo, es más probable desarrollarlo debido a ciertas anomalías hereditarias. De hecho, en 2010, investigadores del Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación de Estados Unidos (NIDCD, por sus siglas en inglés) aseguraron haber han identificado cuatro mutaciones genéticas asociadas con el tartamudeo. Que pueden provocar anomalías en la coordinación temporal, sensorial y motora.Existe otro tipo de tartamudeo que no tiene que ver con el desarrollo, el tartamudeo neurogénico, que es el que ocurre después de un traumatismo o un accidente cerebrovascular que producen una lesión en el cerebro que afecta a la zona del habla.Se calcula que alrededor del 5 al 10% de todos los niños tartamudearán durante alguna etapa de su vida, por lo que es bastante normal que ocurra en algún momento durante el desarrollo del lenguaje, y se da sobre todo en niños. Sin embargo, lo habitual es que este desaparezca después de semanas o pocos meses y que el desarrollo del lenguaje vuelva a ser normal al cabo de un tiempo. Cuando esto no ocurre,