Se define como hipocondriaco o ‘enfermo imaginario’ a esa persona que padece un miedo exagerado a padecer alguna enfermedad grave. Se estima que entre un 6 y un 10% de la población mundial padece este trastorno psicológico que se caracteriza porque quienes lo sufren creen que su salud está en peligro a raíz de una mala interpretación de algunas sensaciones corporales.
La persona hipocondriaca vive obsesionada con el funcionamiento de su cuerpo y cualquier pequeño síntoma – un lunar, un pequeño bulto, unas palpitaciones, un dolor de cabeza o de espalda, una pequeña herida, tos… – son suficientes para hacerle pensar que todo lo que le ocurre es atípico y el origen de algo mucho peor. Por si esto fuera poco, la visita al médico no suele calmar sus preocupaciones sino todo lo contrario. La obsesión persiste a pesar de que acuda a la consulta de diversos especialistas o de que las pruebas y análisis avalen que están sanos.
Todo ello produce una tensión emocional, una angustia y una ansiedad de tal calibre que genera mucho sufrimiento, puede limitar muchísimo la vida de quien la padece y derivar en consecuencias muy graves como el aislamiento social, el bajo rendimiento laboral o dejar de realizar numerosas actividades o aficiones por miedo a que se agraven los síntomas de la ‘enfermedad imaginaria’ o bien a contraerla.