Nada tiene de malo disfrutar de nuestros pasatiempos preferidos. Nos regalan un tiempo de descanso, de desconexión y también de diversión, ayudan a que llenemos nuestro tiempo de ocio con una actividad que nos entretiene y nos hace disfrutar. El problema llega cuando ese pasatiempo se convierte en una adicción.
No conviene confundir que una serie nos apasione y nos apetezca continuar viendo como sigue con traspasar esa línea en la que pasa de ser un entretenimiento esporádico a casi controlar nuestra vida, nos quita horas de sueño o evita que salgamos al mundo real a interactuar con nuestros seres queridos.
Estos atracones televisivos o ‘binge watching’ se han convertido en algo que queda al alcance de cualquiera, ya no hay que esperar una semana (en la mayoría de los casos) para ver el siguiente capítulo y saber qué pasa. Muchas personas se sientan delante de la pantalla, enlazando contenidos y dejando que esas series llenen su día. Esto sin duda es un entretenimiento, ¿pero puede ser un problema?
Síntomas y consecuencias de la adicción
Es habitual que muchas personas pasen su tiempo disfrutando de series y películas, incluso llegando a perder la noción del tiempo, el riesgo aparece cuando, como señalábamos antes, este pasatiempo pasa a ser una adicción.