Los opiáceos y opioides son actualmente algunas de las únicas alternativas para dolores especialmente intensos. Por desgracia, adolecen de una serie de efectos secundarios y riesgos (incluyendo su potencial de abuso y la facilidad de sobredosificación) que los hacen poco seguros.

Menos potencial de abuso y riesgo de sobredosis

En la búsqueda de sustitutos con menor compromiso para la salud del paciente, un equipo de científicos codirigido por la Universidad de Warwick (Reino Unido) ha investigado un compuesto llamado BnOCPA por sus posibles aplicaciones como analgésico potente y selectivo, que en los modelos de prueba no ha dado indicios de ser adictivo.

Así lo publican en el prestigioso medio científico Nature, en un artículo en el que detallan las ventajas observadas de este compuesto frente a los opioides, de eficacia similar frente a los dolores incapacitantes.

Los analgésicos potentes suelen actuar activando unas moléculas presentes en la membrana celular llamadas proteínas G, de las que hay multitud de clases. Esto efectivamente puede reducir el dolor, pero también conlleva un amplio abanico de efectos diferentes para la célula.

La diferencia entre el BnOCPA y los opioides radica en que el primero activa únicamente un tipo de proteína G, lo que produce efectos más selectivos y reduce el rango de posibles consecuencias adversas.

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