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  • Los embarazos múltiples, antecedentes quirúrgicos, la edad de la madre o el estilo de vida pueden propiciarlos.

Embarazo

Un embarazo es una montaña rusa de emociones. Los nueve meses que transcurren hasta la llegada del bebé están cargados de ilusiones, pero también de miedos. Sobre todo cuando entran en juego determinados factores que obligan a un mayor seguimiento de la gestación. Son los llamados embarazos de alto riesgo.

Por lo general necesitarán más controles sobre la evolución del embarazo que otro tipo de gestaciones para que esa gestación sea lo más saludable y normal posible, y para que tenga lugar un parto sin complicaciones y a término.

Algunas mujeres corren más riesgo de tener complicaciones por diversos motivos, incluso antes de quedarse embarazadas, explica el doctor Juan José López Galián, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Quirónsalud San José de Madrid, centro que desde septiembre cuenta con una consulta específica de Alto Riesgo Obstétrico para analizar estas situaciones.

Influye la salud de la madre como tener presión arterial alta, diabetes o ser VIH positivo, el sobrepeso y la obesidad. Otro factor es la edad: ser madre muy joven o bien ya entrada en años, ya que el embarazo en las adolescentes y en las mujeres de 35 años o más aumenta el riesgo de preclampsia e hipertensión gestacional.

También otros factores como los embarazos múltiples o los antecedentes quirúrgicos, que también pueden aumentar los riesgos en el embarazo, como un antecedente de cirugía en el útero, múltiples cesáreas, muchas cirugías abdominales o una cirugía para extraer tumores uterinos (fibromas). Además, el estilo de vida también es crucial como, por ejemplo, el hecho de fumar, beber alcohol o el consumo de drogas.

López Galián explica que durante el embarazo además puede haber complicaciones que planteen un riesgo sobrevenido, como una ubicación anormal de la placenta o un crecimiento fetal inferior a la edad gestacional

Asimismo, un embarazo de alto riesgo también puede tener lugar en aquellos casos de sensibilización al Rh (rhesus), una afección potencialmente grave que puede ocurrir cuando el grupo sanguíneo de la madre es Rh negativo, y el grupo sanguíneo del bebé es Rh positivo.

Seguimiento y trabajo en equipo

Por todo ello, en todos estos casos es necesario realizar un seguimiento más exhaustivo si cabe durante toda la gestación,

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