Las personas con sangre de uno de los grupos A tiene más probabilidades de sufrir un ictus antes de los 60 años que las personas con otros tipos sanguíneos, según parecen indicar algunas evidencias científicas de las que disponemos.
Concretamente, el tipo sanguíneo describe una variedad de sustancias químicas que pueden estar presentes en la superficie de nuestros glóbulos rojos. Los más conocidos incluyen los bautizados como A y B, que pueden estar juntos (AB), separados (A y B) o no presentes (0).
Determinado por los genes
No sólo eso, sino que incluso dentro de estas grandes características puede haber variaciones sutiles como resultado de diferentes mutaciones en los genes responsables de estas diferencias entre los seres humanos.
Así, en un estudio publicado en el año 2022 en la revista científica Neurology investigadores del área de la genómica desvelaron una clara relación entre el gen del subgrupo A1 y los ictus en edades tempranas.
El hallazgo fue el resultado de un trabajo de recopilación de 48 estudios genéticos previos, que en total reunían una cohorte de unos 17.000 pacientes de ictus y 600.000 controles sanos, todos ellos con edades comprendidas entre los 18 y los 59 años de edad.
Un grupo aumenta el riesgo y otro protege
Una búsqueda por todo el genoma reveló dos lugares del genoma fuertemente asociadas con un riesgo más temprano de ictus;