Muchas personas tienen de manera habitual síntomas gastrointestinales con los que conviven en su vida diaria pese a las molestias que les ocasionan. Cuando, tras realizar todas las pruebas posibles no se encuentra una causa evidente, se considera que el paciente con estas características parece el síndrome del colon irritable o el síndrome del intestino irritable (SII).
¿Qué es el síndrome de colon irritable?
El SII es un trastorno frecuente del intestino grueso, que produce un buen número de síntomas inespecíficos habituales. Se considera un trastorno crónico que debe atajarse a largo plazo.
Normalmente no es grave, aunque sí molesto, y no provoca cambios significativos en el tejido intestinal, con lo que tampoco aumenta de forma significativa el riesgo de padecer cáncer colorrectal.
No se conocen sus causas, aunque se sabe que está relacionado con fenómenos como el estrés, los traumas psicológicos y emocionales, los antecedentes de infección intestinal grave y la incidencia de sobrecrecimientos bacterianos.
¿Cuáles son sus síntomas?
Los síntomas del SII son muchos y muy variados, pero a nivel general los más típicos incluyen dolor abdominal, cólicos, cambios en las deposiciones, cambios en la frecuencia de evacuación, hinchazón, aumento en la producción de gases (meteorismo), presencia de mucosidad en la deposición, sangrado rectal, pérdida de peso, anemia, vómitos y dolor persistente que no se alivia tras expulsar gases o defecar.