Los horarios de oficina pasan factura. Pasamos demasiadas horas en la misma postura, sentados o de pie, y como consecuencia el cuerpo va acumulando tensiones que desembocan en rigidez y dolor en diversas zonas, como espalda, cervicales o extremidades. En España están ya asentadas prácticas como el yoga o el pilates, ejercicios que necesitan de rutinas más básicas de lo que podemos pensar para comenzar a ver los resultados.
Con un pensamiento en cierto sentido profético sobre lo que iba a desencadenar el trabajo y el sedentarismo en la salud humana durante todo el siglo XX y el siguiente, Joseph Hubertus Pilates, ideó este sistema de ejercicios combinando gimnasia, traumatología y yoga, de ahí la importancia de todo el esfuerzo muscular que supone y el consiguiente reflejo también en la salud articular y ósea.
Como indican desde la Asociación Española de Fisioterapeutas expertos en Pilates, Pilates solo escribió dos libros sobre su método y la transmisión esencial de su trabajo ha tenido lugar fundamentalmente a través de discípulos que han ido expandiendo su método. En un principio este estaba dirigido principalmente a personas que tenían el ejercicio plenamente integrado en su rutina diaria, como gimnastas, boxeadores, y bailarines, si bien su método ha logrado abarcar a día de hoy a cualquier persona de cualquier condición.