30 personas (17 de ellas, el 43%, mujeres) serán las encargadas en asesorar a la ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, María Luisa Carcedo, acerca de “las dos patas del Estado de bienestar” —como ella suele referirse a la salud y los servicios sociales— que le toca gestionar. De ellas, 24 son especialistas en el sistema sanitario público, y defensores de este. Y 15 forman una nueva sección dedicada a servicios sociales (el tema que se lleva, por la atención a la dependencia, el 75% del presupuesto ministerial).
Respecto a la sanidad, solo una persona, Pilar Garrido, expresidenta de la Sociedad Española de Oncología Médica, repite de las 30 personas que formaban el anterior Consejo Asesor (10 de ellas, mujeres), nombrado el 13 de febrero del año pasado por Dolors Montserrat (PP). El resto son nuevos, con tres destacadas ausencias: no hay representantes de los colegios profesionales ni de la sanidad privada. Los primeros pasarán a formar parte de un comité de profesiones sanitarias (aunque sí está en el consejo Juan José Rodríguez Sendín, anterior presidente de la Organización Médica Colegial). Tampoco estará Tomás Castillo, presidente de la Plataforma de Organizaciones de Pacientes, que quedan sin representación.
El consejo lo presidirá Pedro Sabando, número dos del ministerio cuando se redactó la Ley General de Sanidad y muy cercano a Carcedo. La vicepresidenta será Natividad de la Red, catedrática de Servicios Sociales por la Universidad de Valladolid y especialista en ética. También estará presente otro peso pesado de la gestión sanitaria en el PSOE, como Fernando Lamata (ha sido consejero de Salud de Castilla-La Mancha y secretario general del ministerio).
Marciano Sánchez Baile, pediatra y presidente de la Plataforma de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública, entra en el consejo, como Rafael Bengoa, exconsejero de Sanidad del País Vasco y una referencia en la transformación del sistema para dirigirlo a los pacientes crónicos. Otro experto en gestión nombrado y es José Ramón Repullo.