El cáncer no solo es la segunda causa de muerte en España, con unos 300 fallecimientos diarios y 110.000 anuales, sino que es uno de los mayores problemas sociales del país. Los costes sanitarios, familiares y laborales generados cada año por esta enfermedad, que afecta a unos 1,5 millones de españoles, ascienden a 19.300 millones de euros, según el informe monográfico elaborado para la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) por la consultora Oliver Wyman.

Para hacerse una idea del enorme volumen de gasto que provoca, basta saber que la factura anual que pagan entre Estado y hogares por esta patología equivale casi al presupuesto completo de la Comunidad Madrid -el tercero más alto de las autonomías- y supone un 1,6% del PIB español. Los expertos estima, además, que la cuenta puede encarecerse una media del 3% cada ejercicio.

El mayor de los gastos generados por el cáncer, en concreto el 48%, unos 9.330 millones anuales, corresponde a los costes médicos directos -tratamientos, cuidados paliativos y medicación-, pero el segundo gran montante lo causan los llamados costes indirectos, la perdida de ingresos que la enfermedad provoca a pacientes y familiares, las bajas, las incapacidades, o la pérdida de productividad por una muerte prematura. Este apartado supone unos 7.750 millones al año, el 40% de la factura nacional. Otro dato subraya la trascendencia de esta clase de costes. Los pacientes en edad laboral son el 40%, pero generan un gasto equivalente al 62%. El tercer gran desembolso son los costes directos no médicos -transporte, comida, alojamiento, cuidados adicionales, equipamiento del hogar, etc-, con un montante de 2.220 millones de euros, el 12% del total.

Las familias asumen el 45% del coste de la enfermedad y les puede suponer una media de 90.000 euros a lo largo del proceso

Los tipos de cáncer que suponen un mayor desembolso anual a las arcas públicas y a las familias españolas son también los que afectan a más pacientes.

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