El pan es uno de los complementos que casi nunca falta en las mesas en España. Se puede tomar para desayunar, una tostada con aguacate o con un poco de aceite de oliva y algo de proteína, puede ser una estupenda manera de empezar el día, pero también puede tomarse acompañando la comida y la cena, o en forma de bocadillo a la hora de la merienda.

Comprar pan es muy habitual en muchas casas, ir a la tienda a por él y no ser capaz de resistir la tentación de coger un pellizco en el camino a casa es una experiencia común en todos los hogares donde es común tomar pan. También puede suceder que ese pedazo de pan sea todo lo que nos apetezca tomar, una lástima porque como más rico está el pan es del día. Que se estropee y haya que tirarlo es una pena, una manera de malgastarlo que no debería ser nuestra primera opción, porque siempre podemos congelarlo para comerlo en otra ocasión. Un proceso que puede cambiar los alimentos, aunque no siempre seamos conscientes de ello, y en el caso del pan también sucede así.

Los efectos que tiene congelar el pan

Congelar el pan para evitar que sea necesario tirarlo porque no se puede comer es una estupenda manera de conservarlo,

 » Leer más