«Uno de cada 160 niños tiene un trastorno del espectro autista (TEA)», según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Y la mayoría son varones, solo uno de cada tres o cuatro diagnósticos corresponde a una mujer, un porcentaje que se reduce aún más en los casos de autismo de alto funcionamiento.
El autismo es un trastorno poliédrico, que en cada persona se manifiesta de una manera totalmente diferente, y que cada vez más expertos apuntan que en las mujeres varía tanto que se puede hablar incluso de una situación de «camuflaje», de mujeres sin diagnosticar o que se diagnostican tardíamente porque logran compensar o esconder las características TEA.
Cristina Hernández, integrante del estudio´en desarrollo ‘Mujeres y TEA‘ que impulsa Confederación Autismo España y que presentó sus primeros resultados con motivo del Día de la mujer, apunta que el diagnóstico temprano es fundamental en todos los casos de TEA, pero que en las niñas y mujeres puede no producirse o llegar tarde, lo que puede tener un impacto negativo en su bienestar y calidad de vida.
‘Mujeres y TEA’ pretende estudiar este fenómeno y visibilizar las otras maneras en las que el autismo puede presentarse, así como la realidad de las niñas y mujeres con TEA, algo fundamental para que se puedan hacer diagnósticos precisos sin perder tiempo.