Una infección por la bacteria klebsiella ha causado en los últimos 10 días la muerte de dos bebés prematuros en el Hospital Vall d’Hebron de Barcelona, que ha aislado a otros tres nacidos antes de término también infectados, según han confirmado fuentes del centro sanitario.

Uno de los fallecidos pesaba menos de 500 gramos y el otro no superaba los 700 gramos. En ambos casos se trataba de bebés ingresados en incubadoras cuyo estado de salud era débil. La causa de la muerte ha sido una sepsis surgida tras una enterocolitis, una afección intestinal común y grave en niños prematuros. Uno de los bebés nació en la semana 24 de gestación y el otro en la 25. Se considera que una gestación es normal cuando el parto se produce entre las semanas 38 y 42.

El Vall d’Hebron ha abierto una investigación para aclarar cómo se han podido contagiar los cinco bebés. El hospital asegura que cada tres semanas hace un análisis a los prematuros ingresados para detectar rápidamente posibles bacterias. En esta ocasión, sin embargo, la presencia de la klebsiella no se localizó hasta que ya había afectado a los pequeños.

Los padres de uno de los bebés fallecidos han denunciado a la asociación El Defensor del Paciente, que ha puesto los hechos en conocimiento de la Fiscalía, que su hija murió debido a un brote de klebsiella y que esta bacteria habría afectado a cuatro de los seis bebés que a mediados de este mes de abril estaban ingresados en la sala de incubadoras. Según la versión del padre, el primer bebé falleció el fin de semana del 19 al 21 de este mes y su hija, el día 24.

La klebsiella es una bacteria muy común que puede producir infecciones en varias partes del cuerpo humano, como pulmones, tracto urinario, intestinos y heridas. Aunque muchas de estas infecciones suelen ser leves, este patógeno resulta muy peligroso por su capacidad de colonizar espacios hospitalarios —donde afecta a pacientes debilitados— y desarrollar resistencias a los antibióticos.

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