Entre todas las teorías por las que uno puede interesarse en el momento de ponerse a dieta, la de los alimentos con calorías negativas es, de lejos, la más golosa. Según el razonamiento que la sostiene, existen comidas tan poco energéticas que el organismo utiliza más calorías en digerirlas y asimilarlas que las que dichos alimentos proporcionan. El resultado es que comer estos productos no solo no aporta ni una caloría al organismo, sino que hace que las pierda. Parece el mejor camino para perder peso. De hecho, parece demasiado bueno para ser verdad, y por eso un grupo de científicos ha decidido comprobar si la teoría es cierta.

Los supuestos alimentos de calorías negativas se caracterizan por tener mucha agua y fibra, así como poco o ningún contenido de grasa. Son viandas como el brócoli (que también tiene su lado oscuro), la lechuga, el pepino, el apio y el pomelo. Los científicos no han prestado demasiada atención a la teoría, pero ahora, según el nuevo trabajo tienen argumentos para desmentir el sueño de cualquier persona que se pone a dieta porque, como revelan sus resultados y, en palabras de Calderón de la Barca, «los sueños, sueños son».

La exigua, pero real, energía de 3 kilos de apio

Los investigadores no han hecho pasar hambre a ninguna persona, ni han trastocado sus costumbres en el terreno de la nutrición. En lugar de seres humanos, han estudiado el efecto de estos alimentos en reptiles de la especie Pogona vitticeps, más conocidos como dragones barbudos. No es que se parezcan a las personas, ni en el lugar que ocupan en el árbol de la vida ni en sus costumbres a la hora de comer (muchos ni siquiera tienen dientes porque engullen la comida sin masticar). Pero comparten con las personas características interesantes: tienen un tracto gastrointestinal y un proceso digestivo similar al de los mamíferos. Además, no ponen pegas a comer todo el apio que uno les ponga delante.

Los científicos dieron de comer a un grupo de los barbudos reptiles,

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