Tanto si se planea llenar de vida vegetal la terraza o el balcón por primera vez como si se quiere renovar y añadir nuevos ejemplares, estas son algunas de las plantas que mejor hacen frente al calor y resisten las altas temperaturas veraniegas. Doce bellezas a prueba de sol ordenadas por estricto orden alfabético.
Conocida también como becerras, dragoncillos o conejitos, la antirrhinum majus es una planta eminentemente mediterránea que se puede encontrar desde Marruecos a Turquía y Siria, pasando por Portugal, sur de Francia y España. Necesita de al menos cinco horas de sol diaria para sobrevivir (las heladas le perjudican mucho) y crece sin dificultad en cualquier tipo de suelo, de hecho, es frecuente encontrarla hasta en rocas o paredes con poco sustrato. Florece de primavera hasta otoño y se caracteriza por sus vivas flores agrupadas en racimos.
La versatilidad de esta bella planta trepadora es su fuerte. Puede crecer en una maceta pero también agarrarse a paredes y muros, hacer setos o cubrir pérgolas alcanzando hasta los siete metros de altura. A pesar de su espectacular floración – generalmente en colores rosas, blancos y fucsias- no necesita muchos cuidados y sí muchas horas de sol, por lo que soporta muy bien la sequía (y muy mal las heladas prolongadas y el encharcamiento por agua).