Es una de las afecciones cutáneas más comunes, sobre todo durante la adolescencia y la juventud, por ello el acné está rodeado de mitos y leyendas urbanas que muchas veces poco tienen que ver con la realidad. Hablamos con Mónica Lizondo, dermatóloga Directora Científica y fundadora de la marca Segle CLINICAL, para desmentir -o para confirmar- algunos de los más extendidos.El acné aparece principalmente durante la pubertad, que es cuando aumentan los niveles hormonales, sobre todo de andrógenos (testosterona), estimulando la producción de sebo por parte de las glándulas sebáceas. Normalmente hacia los 20-25 años, se reducen los niveles hormonales y desaparece o ya no aparece más acné. Pero también puede aparecer durante la edad adulta por la menstruación, durante el embarazo, en mujeres con ovario poliquístico, al tomar ciertos medicamentos como corticoesteroides y esteroides anabolizantes, al usar determinados cosméticos que obstruyan los poros, por sudor y humedad, etc.El acné se debe a una combinación de las hormonas, el sebo y las bacterias que da lugar a una inflamación de los folículos pilosos (los poros de la piel donde crece el pelo). Es cierto que hay más probabilidad que una piel grasa pueda llegar a tener acné, pero cualquier tipo de piel podría tener un brote de acné por causas hormonales, alimentación, polución, que altere la microbiota de su piel.No se ha demostrado con ningún estudio que comer chocolate esté relacionado con un empeoramiento del acné. No obstante, una alimentación incorrecta o una alta ingesta de alimentos con carga glucémica alta y desnatados o semidesnatados lácteos puede aumentar la probabilidad de que aparezca el que llamamos acné inflamatorio.No deberían tocarse los comedones ni cualquier tipo de grano, ya que aumenta el riesgo de infección bacteriana y la aparición de marcas o cicatrices.Normalmente, las personas con acné suelen usar tratamientos muy agresivos y astringentes que resecan la piel. Nos encontramos con pieles con grasa y acné, pero deshidratadas. Por tanto, pueden usar cremas hidratantes siempre que no sean comedogénicas y libres de aceites en su composición (oil-free).Al tocarnos sin querer muchas más veces el flequillo que otra parte del pelo con las manos, lo ensuciamos antes y puede favorecer a la aparición de más grasa o suciedad en la zona que propicia la proliferación bacteriana.El acné leve mejora sensiblemente en verano por la acción del sol, el agua del mar o el cloro de las piscinas, que secan la piel y los comedones,

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