Una investigación en India liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha encontrado una asociación entre la exposición a la contaminación del aire y una peor salud de los huesos.La osteoporosis es la enfermedad del esqueleto en la que se produce una disminución de la densidad de masa osea, y es responsable de una carga sustancial de enfermedad a nivel mundial y se espera que aumente su prevalencia con el envejecimiento poblacional, ha informado este viernes el ISGlobal, centro impulsado por La Caixa.El nuevo estudio, que ha publicado la revista ‘Jama Network Open’ y que forma parte del Proyecto Chai, analizó la relación entre la contaminación atmosférica y la salud ósea, a partir de más de 3.700 personas de 28 aldeas cercana a Hyderabad, en el sur de India.Los autores aplicaron un modelo desarrollado a nivel local para estimar la exposición a la contaminación atmosférica alrededor de las viviendas, partículas suspendidas en el aire con diámetro inferior de 2,5 microgramos y carbono negro, y los participantes también informaron del tipo de combustible que usaron para cocinar.Esta información se relacionó con la salud ósea, evaluada a partir de un tipo de radiografía que mide la densidad ósea (absorciometría de rayos X de energía doble) y se analizó la masa ósea en la columna y en la cadera izquierda.Los resultados mostraron que la exposición a la contaminación atmosférica, en especial a las partículas finas, se asociaba con un bajo nivel de masa ósea, pero no se halló vínculo con la actividad de cocinar con combustible de biomasa.»Este estudio contribuye a la escasa y poco concluyente literatura científica que asocia la contaminación del aire con una peor salud ósea», ha explicado el investigador de ISGlobal y primer autor del artículo, Otavio T.Ranzani.En cuanto a los mecanismos que podrían explicar este vínculo, el investigador apunta a que la inhalación de partículas contaminantes «puede conducir a un aumento de la pérdida mineral ósea, a través del estrés oxidativo e inflamación que produce la contaminación».La exposición anual a PM 2.5 fue de 32,8 microgramos por metro cúbico, muy por encima de los valores máximos recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que es de 10, y el 58% de los participantes utilizaron combustible de biomasa para cocinar.«Nuestros hallazgos se suman a un creciente cuerpo de literatura científica que indica que la contaminación atmosférica es relevante para la salud ósea,

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