«Yo solía jugar al baloncesto e iba a correr todas las semanas, luego empezaron a dolerme las rodillas y tuve que cambiar la cancha por el sofá». Este lamento sincero (e inventado, a modo de ejemplo) se presenta, en diferentes versiones, como un eximente ineludible por parte de algunas personas que no hacen ejercicio. Quien lo ha escuchado alguna vez debe admitir que la compasión aparece de inmediato, sobre todo cuando el guion avanza por la senda predecible del «me gustaría hacer más deporte, pero…». Pero el dolor de rodillas no siempre es motivo suficiente para dejar de lado la actividad física. Si uno está bien asesorado y no tiene un problema médico, quizá debería pensar de otra manera. De hecho, el movimiento puede ser un remedio efectivo contra el dolor.

Moisés Gangolells, director del centro deportivo de la Universidad de La Salle en Barcelona laSalle Sport and Fitness, advierte de que, a falta de lesiones, el sedentarismo y el sobrepeso suelen ser los principales causantes del dolor de rodillas. «Si la pierna está estructuralmente bien, lo que se recomienda normalmente es aumentar el tono muscular para que las articulaciones queden protegidas», dice el experto. Pero no dejes aquí la lectura para ponerte las zapatillas y salir corriendo. «Hay que empezar a hacer deporte de manera regular, progresiva y con actividades no traumáticas, que no conlleven un impacto», advierte. Actividades como las que siguen a continuación.

El camino de vuelta a la cancha pasa por las pesas

Actividades no traumáticas, que no conlleven impacto… no parece muy divertido. Al menos para quienes cuentan los días para el partido de los domingos. Hay que mirar el lado bueno: cuando uno tiene la musculatura a punto, lo más probable que se libre de pagar la cuenta del tercer tiempo. Y para iniciar el camino a la gloria no hay nada como coger las pesas. «Suelen aterrorizar pero utilizar pesos permite trabajar los músculos y los recorridos articulares que interesen», señala Gangolells. En el caso de las rodillas, lo ideal es reforzar los cuádriceps, isquiotibiales,

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