Una de las recomendaciones más repetidas a la hora de llevar una dieta sana es, precisamente, evitar los alimentos procesados, de los que hay muchos tipos, nutricionalmente hablando. Es por ello que se ha creado un etiquetado nutricional, conocido como Nutriscore, que va desde la A (producto saludable) hasta la E (poco recomendable).
Este sistema sirve para comparar el valor nutricional de los alimentos de una misma familia, teniendo en cuenta también algunas consideraciones, como que por tener una valoración A haya que comer ese producto sin control. De hecho, el Nutriscore se otorga a productos procesados, por lo que lo primero que hay que tener en cuenta es que la presencia de este tipo de alimentos debe ser la menor posible, según la Organización de Consumidores y Usuarios.
De este modo, se ha abierto un debate por el anuncio del ministro de Consumo sobre su intención de retirar el etiquetado nutricional Nutriscore al jamón ibérico, ya que, a pesar de sus supuestas bondades nutricionales, su valoración es negativa.
El jamón ibérico es un embutido, por tanto, es un procesado. Además, el consumo medio de carne roja y carne procesada en España es muy alto. Las recomendaciones dietéticas para el consumo de carne establecen que sea no más de 4 veces en semana y,