Sorprende que Sanidad se preocupe en Cataluña de que se prohíba fumar en las terrazas y marquesinas de autobuses mientras oímos las contundentes cifras de la contaminación de los buques de pasajeros turísticos. No tengo nada en contra de la nueva normativa, pero según las informaciones que salen en los diarios de estos días, los cruceros contaminan muchísimo por la emisión de los gases SOX (óxidos de azufre). Entre los 10 puertos de Europa con más contaminación de este tipo se encuentran cuatro de España. Se puede evitar esta contaminación obligando a utilizar energía eléctrica en el amarre, pero para poder absorber el mayor número posible de pasajeros han aumentado pasarelas y muelles sin tener esto en cuenta. No se puede cambiar salud por contaminación-riqueza.

Alejandro de Gregorio-Rocasolano Jaumot

Barcelona

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