Cuando hablamos del tono muscular nos estamos refiriendo a la capacidad de contracción y relajación que ejerce sobre él el sistema nervioso. Se trata de un movimiento voluntario e intencionado en algunos casos, como cuando practicamos deporte, pero debemos saber que los músculos, aún cuando están aparentemente ‘sin trabajar’ están generando una ligera tensión que limita su elasticidad.

Se tiene la idea general de que, cuando un músculo está contraído, aumenta su tono, y hace que cueste más llevar a cabo determinado movimiento. Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, hay veces en las que entran en juego dos términos que pueden inducir a error y que, desde luego, tienen que ser corregidos porque ninguno de ellos es ‘bueno’.

El nombre que reciben estos dos conceptos es hipertonía, e hipotonía, pero no son sinónimos de fortaleza y debilidad respectivamente, ni mucho menos. Para entender qué son, cuáles son sus síntomas y cómo pueden corregirse hemos entrevistado a Sergio García, fisioterapeuta, director de formación Hyperice en Iberia y propietario de TG Sport Clinic.

Por exceso o por defecto, ambos conceptos son ‘patológicos’

Sergio García comienza poniendo sobre la mesa una aclaración que considera fundamental, dada la asociación habitual que la población general hace entre hipertonía e hipotonía, con fortaleza y debilidad muscular.

«Cuando hablamos de un músculo,

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