Las mascarillas son uno de los elementos fundamentales para frenar los contagios de Covid-19, por lo que se ha impuesto su uso obligatorio en todos los espacios públicos. Por el momento, en España siguen siendo válidos todos los tipos de mascarilla, ya sean del tipo FFP2, higiénicas, quirúrgicas o, incluso, de tela.
Sin embargo, la tercera ola ha traído consigo un nuevo debate, ya que algunos países europeos, como Austria o Alemania, han implantado la obligatoriedad de llevar la mascarilla FFP2 en determinados lugares como, por ejemplo, el transporte público.
Las mascarillas reconocidas como Equipos de Protección Individual (EPI), como las FFP1, FFP2 y FFP3, son las recomendadas para personas que trabajen de cara al público o para grupos de población vulnerable. Esto es debido a que las mascarillas crean una barrera entre un riesgo potencial y el usuario, ya que tienen como finalidad filtrar el aire inhalado, evitando la entrada de partículas contaminantes en el organismo.
En medio de este debate sobre qué mascarilla es mejor a la hora de detener el Covid-19, algunos expertos se centran ya en las mascarillas FFP2. Es el caso de Joseph G. Allen, profesor asociado y director del programa Healthy Buildings de la Escuela de Salud Pública TH Chan de la Universidad de Harvard,