El estado de alarma en España decretado el pasado 14 de marzo por el Gobierno ha limitado la circulación y el movimiento de la población y solo podremos salir de casa para lo estrictamente necesario.
Según la encuesta realizada en 2017 por la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) sobre la percepción del peso en la población adulta, la tendencia al picoteo es un hábito asociado a una alimentación descontrolada con «una ingesta elevada de productos densamente energéticos y dulces».
Por esta razón, y debido a la situación de cuarentena actual, es importante evitar picar entre horas debido al aburrimiento o al estrés. Las altas dosis de azúcar (y calorías innecesarias) no calman el hambre ni aportan más tranquilidad.
La Fundación Española de la Nutrición (FEN), mediante los resultados del estudio ANIBES, sugiere varios consejos para reducir este hábito y ser conscientes «tanto del qué comemos como del cuándo lo hacemos».
Sanitas ha elaborado una guía con recomendaciones para seguir una dieta equilibrada para que no tengas que picotear entre horas:
Beber mucha agua
Una de las mejores recomendaciones es beber agua durante todo el día, no solo en la comida o en la cena. También se puede beber otro tipo de líquido como tilas o infusiones que además ayudarán a que nos relajemos.
«Se trata de otro de los consejos clásicos de los nutricionistas, y es que, esta costumbre, además de limpiar el cuerpo, es buena para reducir la sensación de hambre».
Planificar la compra en el supermercado
Una de las excepciones de la cuarentena es que puedes ir al supermercado a comprar alimentos y otros productos. Un consejo es ir a la compra siempre después de comer y sin hambre para evitar adquirir productos innecesarios. Además es recomendable llevar una lista detallada.
Comer fruta
La fruta puede «servir de antídoto contra otro tipo de elecciones más adictivas como el chocolate o los bollos». Por esta razón, recomiendan tener siempre un buen surtido de frutas.
¿Tienes hambre emocional?
Ocurre más veces de lo que imaginamos. «¿Realmente tenemos hambre o simplemente estamos aburridos? ¿Se trata de un hambre físico? ¿Se deja de comer cuándo ya se está satisfecho?».
El hambre emocional aparece de repente y no termina de satisfacerse con la ingesta de comida y es porque no se come por necesidad física.