El gobierno de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se abrió ayer a retrasar la votación sobre el destino final de la capilla de la Misericordia, en el barrio del Raval, prevista para el pleno de finales de mes, el próximo día 22. En el pleno está previsto que se vote si se mantiene la cesión del espacio de la capilla al Macba para que amplíe sus instalaciones; o bien se revierte esta cesión para que albergue el CAP del Raval Nord, cuyo traslado está pendiente desde hace 13 años, porque las instalaciones se han quedado pequeñas y obsoletas.
La polémica sobre el CAP y el Macba llegó una vez más a la comisión de Derechos Sociales del Ayuntamiento. Allí, el grupo municipal del PSC llevó una proposición que pide al ejecutivo de Colau que no se presente a votación ningún expediente sobre el destino de la capilla que no tenga consenso. Los socialistas contaron con los votos del PDeCAT, Ciutadans, ERC y el PP.
La novedad por parte del gobierno municipal llegó por parte de la concejal del distrito de Ciutat Vella, Gala Pin: “Seremos coherentes y si los técnicos dicen que hay otro emplazamiento para el CAP acataremos su decisión”. Pin se refería al grupo de trabajo con técnicos de todas las partes implicadas que deben estudiar cuál es la mejor solución para desencallar una cuestión sobre la que ayer la oposición en pleno (salvo la CUP) acusó a Colau de haber enfrentado los derechos a la salud y a la cultura.
Con todo, y ante la eventualidad de que el grupo de trabajo decida antes del próximo viernes 22 que la mejor ubicación para el CAP es la capilla, Pin recordó que el primer trámite se producirá hoy martes en la comisión de Economía.