La tos se produce cuando un agente irritante afecta a la garganta o a las vías respiratorias. Ocasionalmente es normal y saludable, ayuda a respirar correctamente. Otra cosa es cuando se vuelve aguda y constante, un malestar que afecta a cualquier edad pero en el caso de los bebés se complica ante la imposibilidad obvia que tienen de comunicarse. Padres y niños pasan las noches en blanco a causa de la tos: ¿hay algún remedio?
El bebé tose y una gran sensación de impotencia se apodera de sus padres. Aunque puede tratarse de una tos leve, es importante tener en cuenta ciertas señales de alarma, como puede ser que el bebé tenga dificultad para respirar, fiebre alta o le falte energía. También puede suceder que la tos se acompañe de fiebre pero el niño o niña esté físicamente bien y quiera tomar líquidos, se trataría entonces de un resfriado.
Reforzar la hidratación es la máxima a seguir en cualquier caso: hay que ofrecer al bebé líquidos que le ayuden a aliviar la tos progresivamente. Sea un resfriado común o un virus más complejo el causante de esa tos, los y las pediatras insisten en que lo principal es tener el calendario vacunal al día, extremar la higiene de manos y evitar que el niño esté en aglomeraciones donde los virus campan a sus anchas.