A mediados de marzo, ante la emergencia sanitaria desatada en la capital ante el imparable avance del coronavirus, la Comunidad de Madrid junto a la Cruz Roja, el Colegio de Trabajadores Sociales y otros colegios profesionales, abría un registro de personas voluntarias con el objetivo prestar ayuda a la población más vulnerable y grupos de riesgo. La respuesta solidaria fue impresionante y en menos de 24 horas ese mismo registro tuvo que cerrarse ante las más de 7.400 inscripciones particulares para ofrecer ayuda.

El voluntariado en esta ocasión se está realizando extremando las medidas de seguridad para no poner en riesgo ni a las personas que lo llevan a cabo ni a las que requieran atención, y prima la atención telefónica continuada como forma de acompañamiento y detección inmediata de necesidades. También se atiende necesidades específicas de los Servicios Sociales como el acompañamiento a familias y personas vulnerables o personas sin hogar, atención a mayores, dependientes y personas con discapacidad.

Obviamente, el objetivo primordial cuando se participa en una causa social o humanitaria de esta índole es ayudar a los demás pero, ¿existen también beneficios para quienes aportan su grano de arena? La respuesta es afirmativa. Los réditos son recíprocos y el voluntario se ve beneficiado siempre tanto a nivel mental como físico.

Descubramos por qué:

Tomar la decisión de comprometerse en una actividad para ayudar a los demás permite hacer nuevos amigos, ampliar las relaciones sociales y aumentar las habilidades de comunicación. Por otro lado, nos conecta con personas que tienen intereses comunes dentro de una red solidaria y fortalece los lazos de comunidad. Para un voluntario permanecer en casa de brazos cruzados ante una situación de emergencia no originaría mas que frustración.

No hay mayor satisfacción que poder ayudar a alguien. Hacer algo por los demás aumenta la autoestima y la sensación de sentirse realizado. Esto ayuda por tanto a reducir el riesgo de depresión, el aislamiento social y a tener un visión más positiva de la vida.

Cualquier actividad que estimule e invite a salir de casa y moverse siempre es buena para la salud. Hay estudios que aseguran que el voluntariado ayuda a reducir los síntomas del dolor crónico y de enfermedades del corazón.

El voluntariado también ofrece la oportunidad de practicar habilidades necesarias para muchos trabajos aunque nuestra profesión no esté directamente relacionada con la ayuda que ofrecemos: trabajo en equipo,

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