Muchas personas inician dietas estrictas que, por mucho esfuerzo que le pongan, terminan no dando resultado. Esto puede ser debido a que son incapaces de mantenerlas en el tiempo dada la restricción extrema de alimentos que hacen y que las aboca, casi sin pensar, a los atracones . Sin embargo, puede que existan otras razones, como ciertos hábitos que provocan que las dietas sean ineficaces.Puede ser interesante introducir los alimentos light en nuestras comidas si estamos haciendo una dieta, sin embargo, es conveniente tener en cuenta los siguientes consejos que nos ofrece la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU).Asimismo, la OCU plantea la posibilidad de comer menos de aquellos alimentos que no son light si optar por estos últimos supone un gran incremento del precio de la compra habitual.A medida que la dieta empieza a arrojar algún resultado, puede que se tenga la tentación de saltarse alguna comida. Esto, en ocasiones, sucede porque o no se tiene tanta hambre o lo que se pretende son resultados más rápidos.Pero, la OCU lo deja muy claro y es que “Saltarse la primera comida del día no ayuda”. Si bien algunas personas no tienen un gran apetito por las mañanas, es conveniente que coman algo ligero o posterguen el desayuno unas horas más adelante sin saltárselo.La razón por la que esto es mejor que no hacer esta comida, o alguna otra, está en que no conseguiremos mantener esa sensación de saciedad hasta la próxima ingesta de alimentos. Como consecuencia puede que se produzca el famoso picoteo.A pesar de estar siguiendo una dieta, es posible que existan momentos en los que engordemos sin darnos cuenta debido al sedentarismo. Un hábito que dificulta el hecho de poder seguir un plan de comidas saludable y que evita quemar las calorías que podrían favorecer a la pérdida de peso.Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), “Al menos un 60% de la población mundial no realiza la actividad física necesaria […]”. Una cifra elevada y que constituye uno de los hábitos que pueden hacer que ganemos peso sin darnos cuenta.Quizás hayamos leído esto en alguna ocasión y es que, sí, el alcohol engorda. Por eso, si solemos beber con bastante frecuencia y sin moderación, este puede ser uno de los hábitos que nos están impidiendo perder peso.La OCU indica que “el alcohol aporta 7 kcal/g,

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