El año pasado el rodillo de jade se convirtió en un imprescindible en el neceser de los beauty addicts y los que se animaron a probar sus bondades ya no saben vivir sin él: rellena las arrugas, ofrece una mayor elasticidad a la piel, permite que los cosméticos penetren en profundidad y activa la circulación gracias a su efecto frío. Además de aprender a usarlo como es debido (¡y sin cometer los errores más comunes!), para sacarle el máximo partido, las rutinas de belleza con esta herramienta nos han enseñado que dos son mejor que uno, ya que, si combinamos la acción matutina de este gadget con su homónimo de cuarzo para las noches, los resultados son doblemente efectivos.
Claro que estos rodillos no son los únicos que aprovechan los beneficios de las piedras para rejuvenecer nuestro rostro. Junto al de jade, ha ganado popularidad una piedra que ayuda a esculpir el rostro basándose en los principios de acupuntura. Nos referimos al gua sha, una herramienta clave en las rutinas faciales, puesto que ayuda a promover la circulación al estirar la piel y los tejidos. Este gadget, al contrario que el jade roller, requiere de un masaje de arriba abajo y de fuera hacia dentro,