Bélgica se ha sumado este martes oficialmente a la lista de países en los que se han detectado positivos por el coronavirus de Wuhan. Uno de los últimos nueve compatriotas, que fueron repatriados el pasado domingo desde la metrópoli china considerada el epicentro de la epidemia, «está infectado», según ha confirmado la ministra de Sanidad belga, Maggie De Block. Es el único paciente que ha dado positivo de ese grupo que permanecía internado, en situación de cuarentena, en un hospital militar al norte de Bruselas. Todos fueron sometidos a distintos test de vigilancia antes de volar, durante una escala en Francia, y a su llegada al país.
La primera infección confirmada se detectó la noche del lunes, tras haberse completado unas horas antes la última serie de «extensas pruebas» epidemiológicas que establecen los protocolos internacionales fijados para evitar la propagación del coronavirus. El paciente que ha dado positivo se muestra asintomático. Esto es, no ha dado muestras de haber desarrollado la dolencia. «Presenta un buen estado de salud, está tranquilo, se siente bien, y por el momento no tiene signos de la enfermedad», ha explicado De Block durante una comparecencia, pasadas las diez de la mañana, en la que ha estado acompañada por miembros del comité científico que se ha constituido en Bélgica para coordinar las actuaciones contra el ‘corona’.
Como primera medida de urgencia, el paciente con positivo fue trasladado inmediatamente al hospital universitario Saint-Pierre de Bruselas, uno de los centros de referencia para tratamientos epidemiológicos. Se encuentra en una habitación aislada, bajo «estrictas medidas» de control higiénico y en constante vigilancia. «Es un centro que tiene toda la experiencia y cuenta con los medios y el personal necesarios para garantizarle la mejor atención», destacaron desde el Ministerio de Sanidad.
El grupo de repatriados permanecía en cuarentena (el periodo establecido es de quince días) en el hospital militar Queen Astrid en Neder-Over-Heembeek.