La hiperplasia prostática, que consiste en un agrandamiento benigno de la glándula prostática, es una afección frecuente a medida que los hombres envejecen (afecta a más del 50% de los varones más allá de los 60años de edad). Se trata de un problema que puede provocar varios síntomas urinarios molestos e incluso complicaciones en el sistema renal y urinario; en esencia, la glándula aumentada presiona la uretra, causando signos como urgencia urinaria, un aumento de la frecuencia urinaria, inconsistencia en el flujo, dificultad para orinar y la incapacidad para vaciar completamente la vejiga.
«La PAE evita riesgos»
Ahora, un estudio a gran escala y a largo plazo ha dado cuenta de la eficacia de un nuevo tratamiento para atajar estas molestias. Se trata de la embolización de la arteria prostática (PAE, por sus siglas en inglés), un método de naturaleza quirúrgica pero mínimamente invasivo con un buen perfil de seguridad que puede evitar muchos de los efectos secundarios asociados a las opciones farmacológicas.
Tal y como refleja el portal de noticias científicas Eurek Alert, los investigadores han expuesto en la Convención Científica Anual de la Sociedad de Radiología Intervencional celebrada en Phoenix (Arizona) que nada menos que 1.000 pacientes que recibieron la intervención han reportado mejoras importantes en la sintomatología hasta seis años después.