El tabaco es uno de los principales problemas de salud pública en todo el mundo y encabeza el de muertes evitables. Cada día son más las enfermedades que relacionamos con el hábito de fumar, pero de lo que no todos somos conscientes es de que fumar multiplica por seis el riesgo de sufrir degeneración de columna. En España se calcula que el tabaco causa dolor de espalda en el 30 por ciento de los fumadores.
Existen diferentes estudios científicos que afirman que los fumadores son más propensos a sufrir dolor de espalda crónico, especialmente lumbar. Esto se debe a que el tabaco provoca mayor sensibilidad a los dolores musculares y reduce la capacidad de resistencia a esta dolencia, además de aumentar el número de químicos conductores del dolor que circulan en la sangre. Estos mismos estudios han comprobado que al dejar de fumar este dolor se reduce.
Fumar afecta a la calidad de los huesos
El tabaco tiene, además, relación directa con el empeoramiento de la calidad ósea vertebral, lo que aumentan el riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas, y con el desarrollo de artropatía facetaria lumbar. La nicotina, uno de los componentes del tabaco, causa malnutrición de los discos y la mayor concentración de monóxido de carbono en fumadores disminuye la capacidad de transportar oxígeno por parte de la hemoglobina causando un mal riego vascular del disco.