La Comunidad de Madrid, primera de Europa en tratar a lesionados medulares con terapia celular VIDEO Comunidad de Madrid

Andrés Herrera, de 39 años, sufrió un accidente de tráfico en 2006 que lo dejó en una silla de ruedas. “Cuando el médico te dice que no vas a volver a caminar se te cae el mundo encima”, explicó ayer. Hace cinco años decidió participar en un ensayo clínico en el hospital Puerta de Hierro (Majadahonda), que probaba una terapia con células madre del propio paciente para tratar las lesiones medulares parciales, un proyecto de Jesús Vaquero, jefe de Neurocirugía del centro hospitalario. Los resultados de esta investigación de la sanidad pública, como se expusieron ayer, son muy positivos: los pacientes han mejorado la sensibilidad, la elasticidad, el control de esfínteres y la capacidad motora.

La Agencia Española del medicamento ha autorizado el uso de esta terapia de manera sistemática, y el hospital madrileño va a iniciarlo con 30 pacientes en un primer año. Se trata, según el Gobierno regional, del primer medicamento de terapia avanzada y fabricación no industrial autorizado por la sanidad pública europea.

Andrés Herrera camina por el escenario apoyado en dos muletas.Andrés Herrera camina por el escenario apoyado en dos muletas. COM. DE MADRID

Herrera demostró la mejoría caminando muy despacio, ayudado de dos muletas, y manteniéndose de pie apoyado en el atril. “El doctor Vaquero tiene una varita mágica”, bromeó. El tratamiento no puede aplicarse a las lesiones medulares completas (cuando esta se secciona por completo). El equipo de Vaquero lo ha probado, y no ha funcionado (por lo visto, las células madre cultivadas necesitan que quede algo de la conexión medular para funcionar). Pero abre una puerta a mejorar la vida de las personas que han tenido un accidente.

Vaquero explicó que el proceso consiste en una “extracción de células madre mesenquimales de la médula ósea del paciente”. “Las llevamos a una sala de producción celular —denominada sala blanca por sus condiciones extremas de asepsia—, donde realizamos un cultivo que incluye también el plasma del propio paciente. Después le inyectamos a esa misma persona el medicamento generado en el lugar exacto de la lesión medular o en el líquido cefalorraquídeo”.

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