Los rayos del sol, el viento, el agua salada del mar, el cloro de la piscina, el sudor excesivo… son numerosos y variados los elementos a los que solemos exponer el cabello durante el verano y pueden hacer que el pelo se vuelva más frágil, seco, encrespado, deshidratado o propenso a la caída. ¿Cómo podemos proteger el cuero cabelludo en la temporada estival y reducir el efecto de estos agentes externos? Los expertos de Hospital Capilar nos ofrecen una serie de consejos específicos para cada caso:
Agua del mar
El agua de mar en exceso puede ser perjudicial para nuestro pelo, aunque también tiene efectos beneficiosos. Así lo explica el doctor Joaquín Domínguez, de la clínica Hospital Capilar: “Durante esta época del año, vivimos largas e intensas jornadas de playa que hacen que nuestro cabello sufra los estragos propios de elementos como el agua del mar. No obstante, al mar se le atribuyen beneficios y propiedades para la salud capilar, ya que, por su elevado pH y su composición, puede ayudar a controlar la seborrea a nivel de cuero cabelludo y combatir la caspa, además de ser rica en yodo y oligoelementos; lo que ayuda a suavizar y dar volumen al cabello. A pesar de ello, si abusamos de ella en exceso, puede ser perjudicial por su alto contenido en sales,