Nigeria, el último país de África subsahariana en notificar un caso de polio, lleva tres años sin un nuevo registro de la enfermedad, lo que es un primer paso para certificar a toda la región libre de esta enfermedad, han informado la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades nigerianas. Esta dolencia infecciosa, causada por un virus, no tiene cura, pero es prevenible por vacuna. Los síntomas incluyen fiebre, fatiga, vómitos, dolor de cabeza, y puede llegar a causar, en algunos casos, parálisis en las extremidades.
A pesar de este «gran paso», el director ejecutivo de la agencia nigeriana de desarrollo para la salud (NPHCDA), Faisal Shuaib, ha pedido tomarse esta noticia con «una cauta euforia». «El logro evidentemente no hubiera sido posible sin las nuevas estrategias adoptadas contra la poliomielitis y otras enfermedades prevenibles por vacunación», ha subrayado Shuaib en un comunicado. El último brote de polio en Nigeria —y en todo lo que la OMS considera región africana, que no incluye algún país subsahariano como Somalia o Sudán del Sur— se declaró en 2016 en el noreste del país.
Nigeria ya fue excluida de la lista de países endémicos en 2015, pero dos años después se produjo un rebrote. Los casos reportados entonces por las autoridades nigerianas fueron los de dos niños afectados por parálisis flácida y se produjeron en el Estado de Borno, al nordeste del país, que es una zona azotada por un conflicto con el grupo yihadista Boko Haram donde las campañas de vacunación no se pudieron llevar a cabo. De hecho, aquella primera vez que Nigeria fue declarada libre de polio, desde la OMS se advirtió que en amplias áreas de los estados controlados por los terroristas no se habían podido realizar las campañas ya que no solo tenían los territorios bajo control, sino que incluso habían señalado a los vacunadores como uno de sus objetivos. La OMS en aquel momento temió que el virus pudiera estar circulando fuera de control y que se produjeran nuevos contagios, algo que finalmente no se ha producido.