El dolor crónico es definido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en dos clasificaciones. El dolor crónico primario, aquel que es «una enfermedad en sí misma», y el dolor crónico secundario, que deriva o es síntoma de otra enfermedad. En la actualidad, más del 25% de la población de España tiene dolor crónico, convirtiéndose así en una condición debilitante que afecta a la calidad de vida y que solo se maneja con medicación analgésica, siendo la más común los analgésicos opioides.
Sin embargo, este tipo de fármacos, pese a poder generar una mejoría, suelen presentar diversos efectos secundarios, entre los que se encuentran: somnolencia, niebla mental, náuseas y estreñimiento, según la Biblioteca Nacional de Medicina. En este contexto, la doctora y médico científica Isabel Viña Bas ha demostrado en un reciente metaanálisis que un derivado del omega-7, palmitoiletanolamida (PEA), podría ser una alternativa segura y eficaz para el manejo del dolor.
¿Qué es la palmitoiletanolamida (PEA)?
La palmitoiletanolamida (PEA) es una amida de ácido graso natural derivada de los ácidos grasos omega-7. Se presenta como una alternativa a los analgésicos hasta ahora conocidos, ya que interactúa con el sistema endocannabinoide. Esto significa que tiene un efecto sobre el organismo modulando la inflamación y sirviendo de apoyo y refuerzo a la salud del sistema nervioso.